DAR /RECIBIR: Ejemplos extremos

Janis Lyn Joplin: estrella del Rock de los años ´60.

Nació en 1943 en Port Arthur, Texas. En su época de estudios se unió a un grupo de intelectuales. Esto la marginó entre sus compañeros de clase. Entre otras cosas la acusaban de ¨amiga de los negros¨, cosa no poco importante dado el contexto cotidiano en el que vivía.

A los 16 años comenzó a frecuentar los bares de Louisiana en búsqueda de blus y jazz.

A los 17 comenzó a cantar.

Entre los años ´63 y ´65 habría iniciado su contacto con las drogas y ya bebía en proporciones considerables para una señorita modelo de su época, cosa que inevitablemente la lleva a un estado de abandono y desamparo del que intenta salir retomando sus estudios universitarios y aferrándose al amor de su compañero en ese momento, Pete Le Blanck... pero no hay final de cuentos de hadas para Janis, ya que es abandonada por su príncipe.

Como consecuencia de este momento en su vida aumentan su inseguridad afectiva y su sentimineto de soledad. ¨Siempre fui una víctima de mis propios defectos¨, decía.

El reconocimiento para ella, como artista, no tardó en llegar. Su primer disco vendió más de un millón de copias, realizó giras internacionales y participó en los festivales más importantes de su época: Monterrey 1967; Woodstock 1969; conciertos en el Madison Square Garden...

Paradójicamente podría decirse que cuanto más brillaba en escena exteriorizando su talento, su luz interna disminuía, oscureciendo, quedándose vacía. Una vez declaró: ¨Hago el amor con 25.000 personas en el escenario y luego, me vuelvo a casa sola¨...

Y es momento de hacer algunas preguntas:

Cómo se puede brillar tanto, con tanta intensidad ante miles de personas para luego no poder brillar ante uno mismo?

Será verdad que es una cuestión de equilibrio? Es verdad que todo tiende a equilibrarse?
Que si te ofrecés a otros con toda la intensidad posible, por una cuestión lógica y hasta natural luego te quedás vació, solo?

Y siguiendo este planteo: es recomendable medir lo que ofrecemos...?

Al parecer para Janis y tantos otros ejemplos conocidos, con quien comparte una muerte en soledad, plagada de vicios y de leyenda fue así: Elvis, Marilyn, Michael...

Pensando en ellos descubrí que hay algunas cosas que he tenido la suerte de aprender y de las que estoy convencida:

Una es:

No importa lo que nos puedan decir o demostrar miles de personas, no sabremos aprovecharlo hasta que no nos aceptemos internamente, lamentablemente podemos hacer muchas estupideces por no darnos cuenta de cuánto valemos.

La otra:

No hay que temerle al DAR, tampoco al RECIBIR.
Las acciones de dar y recibir son complementarias. No existen en forma independiente una de la otra. A veces perdemos de vista este detalle, lo que recibimos al dar... o lo que podemos dar luego de recibir.

Ofrecernos a otros con todos nuestros ingredientes y sin segundas intenciones engrandece, porque abrimos la puerta del compartir.

La consecuencia del dar desde este punto de vista involucra una devolución, a la que debemos estar atentos para con ella seguir llenando nuestra canastita de recursos y así continuar el ciclo.

Y brindando un nuevo elemento para continuar este ciclo de enriquecimiento dejo esta dirección:

http://www.janisjoplin.com/

Para escuchar con placer, recordarla o conocerla.